¿Qué es Ayotzintli A.C.?



Ayotzintli A.C.







MISIÓN:

Promover y profesionalizar los esfuerzos de conservación de las tortugas marinas en México.




VISIÓN:

Generar conciencia en la sociedad mexicana sobre la importancia de la conservación de las tortugas marinas a través de campañas de difusión y educación ambiental, y desarrollando programas de conservación dentro de comunidades asociadas a playas de anidación, que a su vez constituyan una alternativa eco-turística de crecimiento y desarrollo económico, cultural y social de dichas comunidades.




Para más información e informes de voluntariado puedes encontrarnos en:

Dirección - Privada Guerrero, Lote 12 San Isidro Miranda, Querétaro, México

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lunes, 17 de enero de 2011

Protectores de tortugas marinas en Santa Marta.

La liberación de 100 tortugas carey el pasado 5 de diciembre en Casa Grande, una playa para surfistas en el kilómetro 35 de la vía que conduce de Santa Marta a Riohacha, fue el final de un proceso que comenzó 13 meses atrás en las instalaciones del acuario Mundo Marino, localizado en el balneario de El Rodadero.

Desde recién nacidas estuvieron en el acuario, bajo el cuidado de biólogos del programa de Conservación de Tortugas Marinas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, hasta que alcanzaron el tamaño suficiente para defenderse en su hábitat natural.

Este programa, apoyado por la empresa privada Petrobras y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), busca contrarrestar la desaparición de estos reptiles que se encuentran en peligro de extinción, según la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Desde hace 11 años, estudiantes e investigadores de la Tadeo Lozano comenzaron a proteger los huevos de tortugas que encontraban en las playas encerrándolos en corrales o metiéndolos en incubadoras portátiles para asegurarse de que eclosionaran -en una nidada pueden nacer 120 ejemplares- y luego liberarlas. Sin embargo, el riesgo de que los neonatos sobrevivieran durante las primeras horas de su nacimiento seguía siendo alto.

"De 1.000 huevos que logran eclosionar solamente uno puede llegar a la adultez", asegura la bióloga Aminta Jáuregui, directora del programa de conservación. Antes de entrar al mar, los neonatos son atacados por depredadores como el cangrejo fantasma, el lobo de playa, las aves, las hormigas y, por supuesto, los humanos, que comercializan su carne para el consumo y su caparazón para hacer accesorios.

Por eso, en 2003 iniciaron el levante de neonatos en sistemas cerrados, fuera de su hábitat natural mínimo por un año, para aumentar las probabilidades de que lleguen a la edad reproductiva.

Las recién nacidas son trasladadas hasta el acuario en recipientes con agua de mar, donde permanecen dos meses en cuarentena. En ese lapso, revisan si tienen anomalías, les dan comida dos veces al día (raciones de tití, calamar y camarón) y les cambian constantemente el agua.

"La fase de cuarentena es para aclimatarlas a los sistemas (cerrados). Las tenemos en condiciones asépticas y se tiene mucho control", explica Jáuregui.

Luego pasan al tortugario, una piscina con fondo de arena, conchas de caracol y tubos de PVC que sirven para simular el medio natural. Allí están hasta 150 ejemplares durante 7 u 8 meses. Cada 15 días les hacen seguimiento del peso y la talla para establecer su tasa de crecimiento. Cuando alcanzan mínimo 25 centímetros de longitud están listas para su liberación.

Artículo en: El tiempo (Colombia)

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