Pinar del Río, Cuba (PL) Científicos y pobladores protegen hoy las nidadas de tortugas marinas en la península cubana de Guanahacabibes, Reserva de la Biosfera, a donde arriban desde mayo tres especies de quelonios para desovar.
Expertos de la apartada localidad cuidan hasta el momento de la eclosión los huevos de esos habitantes del océano, en peligro de extinción, explicó a Prensa Latina Lázaro Márquez, director del Parque Nacional radicado en esos predios.
La actual temporada de desove, calificada como favorable, pudiera extenderse hasta el venidero mes, añadió.
Comentó que especialistas del área analizan ahora los datos obtenidos durante el programa de monitoreo de las tortugas marinas, en el que participan cada año estudiantes y profesores de la Universidad de La Habana e investigadores de otras instituciones afines.
En la etapa de anidación se refuerza la protección de esas criaturas, veneradas por antiguas culturas.
Los habitantes de "El Cabo", como se conoce también la zona, se vinculan asiduamente a las misiones destinadas a conservar especies amenazadas, aseveró.
Se trata de una experiencia que incluye la preservación de los animales y sus huevos, así como pesquisas sobre las características y hábitos.
En la península permanecen los campamentos desde donde parten los voluntarios para recorrer la costa en horas nocturnas y detectar la presencia de ejemplares.
Entre los grupos de colaboradores destacan niños de cinco escuelas pertenecientes a la región y otros centros educativos de poblados cercanos, quienes asisten fundamentalmente en la fase final, cuando son devueltos al mar los recién nacidos.
Las tortugas se aparean en el océano, después las hembras salen a cavar sus nidos.
Guanahacabibes devino refugio ideal para esos reptiles por la abundancia de arrecifes coralinos y seibadales que constituyen sus áreas de crecimiento y alimentación más importantes, precisó Márquez.
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