Isla roqueta... Cementerio de tortugas

Chilpancingo, 14 de mayo. La playa de la isla La Roqueta no sólo es usada como zona de buceo y snorkel para cientos de turistas y lugareños, sino también ahora funge como cementerio de tortugas y tiburones, pues han encontrado varias decenas de caparazones y restos de quelonios, denunció la coordinadora de la organización ambiental Costa Salvaje, Natalia Parra del Ángel.


En un comunicado, Parra del Ángel manifestó que el buzo Alberto Fares del Río, reconocido buzo acapulqueño conocido como el Delfín Fares, alertó sobre la situación y agregó que estos restos de especies protegidas fueron encontradas por el Delfín Fares frente a la isla de la Roqueta, lo cual puede resultar peligroso por la atracción de especies altamente peligrosas por ser depredadores marinos.

De acuerdo con la coordinadora de Costa Salvaje, Fares del Río les indicó que encontró plastrones y caparazones de decenas de tortugas marinas, y aunque desconocen la cantidad exacta de estos quelonios, aseguraron que “han visto demasiados restos de tortugas y cabezas de tiburones”.

La zona donde se encontró este cementerio marino está frente a la playa principal de la isla de la Roqueta, zona exclusiva para buceo y snorkel para niños y adultos, que “se ha convertido en un rastro clandestino que puede atraer a depredadores como los tiburones y provocar una tragedia”, alertó a Costa Salvaje, Fares del Río.

El buzo acapulqueño responsabilizó a las autoridades de Sagarpa, Semarnat y Profepa, porque son las que permiten que en esa zona, los pescadores coloquen redes agalleras que atrapan todo tipo de animales marinos, entre ellos, tortugas marinas.

Tan sólo en lo que va del año, denunció el ambientalista, se han atorado en esos artes de pesca prohibidos, al menos cuatro ballenas.

Fares del Río alertó a Costa Salvaje que los pescadores están actuando con impunidad, cazando tiburones y tortugas, destazando y tirando sus restos al mar y las autoridades federales, además de permitir la colocación de artes de pesca prohibidas, contribuyen a la mortandad de todo tipo de animales marinos, incluyendo los de peligro de extinción.

De acuerdo con Parra del Ángel, Fares del Río entregó varias fotografías donde se evidencia los restos óseos de las tortugas marinas adultas y juveniles, “que evidentemente son destazadas por pescadores furtivos, así como mandíbulas y cabezas de tiburón, que yacen en el fondo del mar”.

Aunque la ambientalista dijo que existe resguardo de personal de la Armada de México en la Isla de la Roqueta, no lo hay en la zona de enfrente donde los pescadores han hecho su rastro clandestino de tortugas marinas y tiburones a pesar de que ambas especies están en riesgo de extinción y protegidas por la ley. Destacó que en las playas de Guerrero se ha calculado que son saqueado 30 por ciento de los huevos y ejemplares de quelonios en peligro de extinción, en el mar, hay otro porcentaje similar que son saqueados por las redes y la pesca furtiva, provocando con ello la mortandad de cientos de tortugas marinas.


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